¿Qué es el diseño efímero?
Pabellones, exposiciones o stands feriales ilustran ejemplos de arquitectura efímera. A pesar de que pueda parecer un concepto contemporáneo, este tipo de arquitectura temporal ha sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad. A continuación, exploraremos en qué consiste el diseño efímero, identificaremos algunos de sus proyectos más célebres y analizaremos su aplicación actual.
La noción de diseño efímero abarca obras proyectadas o construidas con un propósito específico y, sobre todo, con un carácter temporal. Estas construcciones no perduran en el tiempo; ya sea porque desaparecen tras un uso puntual o porque se mueven a otro lugar.
Veamos algunas características fundamentales del diseño efímero:
- Están concebidos para ser temporales; por ende, sus materiales son asequibles y desmontables.
- Transmiten espectacularidad.
- Son construcciones innovadoras.
- Los tiempos de construcción y montaje son cortos, especialmente para instalaciones itinerantes que deben desmontarse y construirse en otro lugar.
- Se emplean cada vez más materiales sostenibles y reciclables.
Un poco de historia
El primer auge del diseño efímero tuvo lugar durante el Renacimiento, cuando la arquitectura efímera experimentó un esplendor significativo. Cada vez que los monarcas llegaban a nuevas ciudades, estas experimentaban una intervención completa. Se construían arcos y fachadas elevadas en madera, yeso, ladrillo y adobe, cubiertas con esculturas y flores. Era importante lograr una apariencia de riqueza y color.
Con el tiempo y durante la época barroca, las instalaciones efímeras dieron paso a una orientación más religiosa. Los arcos conmemoraban también eventos como bodas reales, la proclamación de nuevos soberanos y nacimientos de príncipes.
La dirección de estas construcciones recaía casi siempre en un arquitecto destacado en la corte. Uno de los más conocidos fue Gian Lorenzo Bernini, arquitecto, escultor y pintor, y también escenógrafo. A veces, un arquitecto destacado se encargaba de decorar banquetes, creando centros de mesa espectaculares e impresionantes.
El segundo resurgimiento del diseño efímero se produjo a principios del siglo XX. La industrialización, el ascenso de la burguesía y los avances científicos proporcionaron nuevamente un escenario propicio para este tipo de construcciones.
El aumento de la comunicación, periódicos y revistas, la invención de la fotografía y, más tarde, del cine permitieron, una enorme repercusión de este tipo de proyectos más allá de sus ciudades. La construcción ya no se realizaba únicamente para recibir a un monarca o celebrar una festividad religiosa, sino que también buscaba ganar relevancia, también en el ámbito comercial.
Las exposiciones universales, que comenzaron en el siglo XIX, sirvieron como plataforma para que arquitectos e ingenieros demostraran su creatividad. Estos eventos destacaron los avances en la industria, el comercio y las artes, dando lugar a espacios efímeros icónicos, como el Crystal Palace construido en 1851 en Londres por Joseph Paxton. Aunque originalmente temporal, esta estructura se convirtió en el símbolo de la arquitectura de la Revolución Industrial. Del mismo modo ocurrió con la Torre Eiffel, construida en 1889 para la Exposición Universal de París.
Volvamos al presente
Hoy en día, el arte del diseño efímero se encuentra también en espacios más reducidos.
A la hora de emprender este tipo de proyectos, los diseñadores reconocemos la importancia de cumplir ciertas funciones:
- Comprender las necesidades del cliente.
- Reflejar los valores del cliente.
- Contar una historia.
- Despertar emociones.
Estos proyectos se encuentran principalmente en:
- Diseño de decorados: La escenografía y el escaparatismo, que van desde decorados para obras de teatro hasta diseños de espacios más pequeños en escaparates cuya duración está marcada por la temporada comercial o la estación (primavera-verano-otoño-invierno).
- Stands para ferias y eventos comerciales: La creación de estos stands, ya sean gastronómicos, tecnológicos, automovilísticos o de decoración, donde la arquitectura efímera desempeña un papel clave al atraer la atención entre competidores.
- Eventos deportivos: Los Juegos Olímpicos y otros eventos deportivos que demandan numerosas infraestructuras temporales, desde carpas hasta casetas de patrocinadores.
- Espacios artísticos: Exposiciones o instalaciones de arte temporales que pueden ser obras puntuales para una ciudad o lugar específico, o bien instalaciones itinerantes que se trasladarán de una ciudad a otra.
- Eventos culturales: Festivales conmemorativos, gastronómicos, de música y de teatro, carpas y pabellones o escenarios, entre otros, que requieren instalaciones transitorias donde la arquitectura efímera juega un papel fundamental.
Si tienes una idea para llevar a cabo en esta disciplina efímera, en Became estaremos encantados de hacerla realidad. Conoceremos tu proyecto, estudiaremos cuáles son las ideas que necesitas transmitir y desarrollaremos la mejor propuesta que se adapte a tus necesidades.